Opinión

Si no hay inversión jamás se acabará la coca

Mientras no haya inversión seria del Estado en Putumayo, dicen no se acabará la coca

Después de las fumigaciones con glifosato en el departamento de Putumayo, específicamente en zonas de municipio del Bajo, que supuestamente quisieron acabar los cultivos ilícitos, dicen que esas tierra en la actualidad no sirven ni para sembrar un planta. Aseguran que quedaron improductivas.

Haciendo un recorrido por varias zonas, después de tantos años cuando iniciaron con exterminar la coca, solo se ve desolación, casas botadas otras solo pedazos de fachadas, cementerios abandonados, lotes baldíos, pequeñas quebradas, ropa, zapatos, puentes deteriorados.

Viven del rebusque

Algunos habitantes han resistido y afirman que viven del rebusque y otros se van a trabajar en la raspa porque no hay más de donde subsistir.

En otros sectores se ve a la distancia cualquier cabeza de ganado, esas tierras quedaron ahí para siempre sin poderle sembrar una mata de algo, porque dicen algunas personas que el químico es tan fuerte que la tierra quedó estéril.

Ahora meterse como líder para hacer cualquier gestión de proyectos en beneficio de sus comunidades les ha costado la vida y no hay quien los defienda.

Solo hay muerte

Acabaron con la coca supuestamente, pero lo que no hubo fue ayuda o respaldo para los que aceptaron ese cambio, para ellos solo hay muerte como ha sucedido. En menos de 10 días han matado cerca de 8 personas entre ellos os líderes. “Ser dirigente ya no sirve porque te matan”.

En Putumayo hay bastante tierra en donde el Gobierno debe invertir en proyectos que les garantice su estabilidad económica, pero el Estado les da la espalda y por eso siguen abriendo montaña y cultivando coca que para ellos es el sustento de su diario vivir. Incluso hasta para la educación de sus hijos.

Afirman además, “acá no hay más de que sustentar o vivir, nos toca cultivar aunque sea una media parcela de coca, porque las ayudas supuestamente que da el Gobierno, a este territorio no llegan o no se sabe a quienes les entregan”.

Panorama desolador

Por el daño que hay en la tierra afirman que las plantas que quieren sembrar, solo aguantan un tiempito corto y se van dañando, si sacas cosechas buenas de nada te va a servir porque el mercado es otra realidad, nadie te lo compra, y por el clima cualquier producto se daña rápidamente. Y las fungicidas que son costosas.

En el departamento hay bastante tierra que está abandonada pero por falta de inversión de los gobiernos de turno. Una cosa es hablar desde la oficina o llegar a cualquier parque de un municipio. “Más tonto es el que cree en palabras del presidente que dice en la TV conociendo que la realidad es otra”.

Es desolador ver el panorama en veredas lejanas en donde se observa que ni si quiera las familias les llega las ayudas, menos a los adultos mayores.

¿Los están exterminando?

El actual Gobierno que para muchos solo ha sido un cuento infantil, aseguran que al Putumayo jamás llegarán a recuperar las tierras, sino por el contrario es mandar a exterminarlos. Así como lo vienen haciendo con los líderes sociales y el anuncio nuevamente con el glifosato.

Llegar a la montaña es cuando conoces la realidad de las familias campesinas e indígenas, “algunas vez intentamos acabar la coca desde nuestro propio medio, lo cambiamos con la siembra de plátano, yuca, aguacate, hicimos una inversión bastante grande, lo triste fue cuando sacamos al mercado que tocó llegar a sentarnos en un andén a ver quien nos compraba”.

Seguirá corriendo sangre

“Los racimos de plátano llegar a vender a 5 mil, una yuca 1 mil pesos, otros alzaban a mirar nuestro producto y pasaban, eso fue decepcionante que daba ganas de lanzarte a un río y dejarte llevar por la corriente porque habías perdido toda la inversión, entonces, acá no hay garantías para que te ayuden económicamente. Aclarar que no queremos que todo nos lo regalen como dicen los senadores que están en contra de nosotros sino que nos respalden para coger fuerza”, dicen afectados.

Lo que dicen las familias es claro, mientras el Gobierno no dé todas las garantías para empezar con proyectos para el campo, jamás se terminará la coca y por eso seguirá corriendo sangre porque en las montañas no existe la seguridad.

Solo pensar en la joven de la vereda La Florida del municipio del Valle del Guamuéz hasta donde llegaron desconocidos y le cegaron la vida de varios impactos de arma de fuego, lo mismo con la concejal y su esposo que los ultimaron en zona rural del municipio de Villagarzón, otro líder acribillado en zona rural de Puerto Caicedo y así han matado y lo seguirán haciendo con muchos más líderes.

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