“Pido excusas públicas por mis palabras y agradezco al pueblo por permitirme aclararlo”, William Urbano
“Las niñas, las adolescentes, las mujeres que entretejen el poder transformador del Pueblo Nariñense y con valentía, luchan por sus derechos”.
Soy un hombre de origen campesino, trabajador y respetuoso de la Mujer Nariñense, represento con honor y dignidad al gremio del obrero y el constructor Nariñense, y me dirijo a ustedes sintiendo dolor, por el malestar que se ha causado al Pueblo Pastuso, por parte de políticos inescrupulosos, que pretenden generar campañas políticas de odio, a través de una tragedia
familiar.
Cumplo con un rol de esposo y padre, lo cual, en nombre de mi familia, ruego al Pueblo Nariñense, escuchar mi aclaración frente a lo sucedido y aclamar hacia la abolición de cadenas de odio y de venganza, que menoscaban la integridad de la mujer, y afectan mi dignidad como persona, con lo siguiente; De fechas 25 y 26 de septiembre del año en curso, periodistas del programa televisivo, “Séptimo Día“ del Canal Caracol, me abordaron de manera intempestiva, obligándome a generar una declaración por el caso de mi hermano, “el violador de mi sobrina”, lo cual manifesté con el respeto necesario, que frente a ese caso, se llevó un proceso judicial y que este fue ya sentenciado por la justicia Colombiana y adicionalmente exprese sin ninguna intención de ofender a la mujer Nariñense, que “eso no es nada del otro mundo”, en el entendido que en Colombia la impunidad brilla con luz propia, según cifras 2021 de ICBF, a nivel Nacional tenemos más de 7000 niños, niñas y adolescentes abusados, siendo una labor fundamental de la sociedad y de los jueces de la República, investir con honor su loable labor de administrar justicia, jamás mi intención fue normalizar el crimen del abuso sexual, pero esta es una realidad de impunidad, que no podemos ocultar y que pasa con naturalidad en el seno de los hogares y es un deber tanto del hombre como también de la mujer ser garantes de la integridad de nuestros niños, niñas y adolescentes, en cuanto la violencia no tiene género.
Ahora bien, frente a la afirmación “Eso es cuento viejo”, me refería a que por el delito cometido, existe un PROCESO JUDICIAL QUE YA FUE JUZGADO, lo cual hubo una condena y el victimario está pagando por su crimen, por ende, personalmente considero, que ninguna persona en grados de normalidad hace daño a sus hijos, evidentemente tiene que haber una afectación mental que ciega la razón humana, y le hace cometer este tipo de delitos tan dolorosos, lo cual, REPROCHO con total autoridad moral este tipo de delitos tan aberrantes y enfermos.
En cuanto al comentario, “demuéstreme las demás violaciones”, mi expresión se refería a que, con la preexistencia de un proceso judicial, las partes en su momento jurídico, reclamaron sus perjuicios y allegaron sus pruebas y si existen mayores afectaciones a la integridad y a la honra, tienen que reclamarse por la vía judicial y evidentemente probarse, en un escenario jurídico.
Es importante recordarle a la oposición política, que todos los individuos tenemos el derecho a la libre expresión, y este, no es de propiedad de la labor periodística, es un derecho humano, y personalmente jamás compartiré que un medio televisivo Nacional, pretenda generar un ranking, a través del sufrimiento, como si fuera una mercancía para vender, siendo un acto infame
usufructuarse del dolor humano.
Agradezco al Pueblo Nariñense, por permitirme aclarar este difícil momento, valoro el papel de la valiente mujer, quien de manera mayoritaria conforma mi equipo de trabajo, con mucho orgullo
admiro su lucha por una sociedad más justa, equitativa y transformadora.
De esta manera, me permito asumir con decoro y humildad esta situación y pido EXCUSAS PÚBLICAS, por mis palabras, si generaron dolor y repudio, con un discurso MACHISTA y OPRESOR, jamás la intención y el sentido interpretativo fue ese, por favor reciban mis disculpas, mis palabras desdibujaron el horizonte de mis verdaderas intenciones.
El papel de la mujer en la sociedad es un pilar de un estado democrático y participativo de derecho y es una verdadera fuente de crecimiento e inclusión social, apoyo a la red de mujeres y de Derechos Humanos, que no silencian su clamor.
Finalmente, entrego mi voz de aliento a mi sobrina Ana Lucia, quien fue víctima de este atroz delito, la acompaño en su dolor y espero que su corazón sane de todas sus heridas y su ejemplo sea un paradigma, para muchas mujeres que sufren en silencio y en soledad.
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